EUROPA - Antisemitismo y antisionismo: las confusiones y los tabúes del Occidente

Publié le par Pierre PICCININ

Europa - Antisemitismo y antisionismo : las confusionses y los tabúes del Occidente (L'Orient-Le Jour, 1 de octubre de 2010; y Père Ubu - Pan, 7 de octubre de 2010)

 

 

 

 

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"Israel puede tener derecho a someter a otros pueblos a juciio, pero nadie tiene derecho a someter a juicio ni al pueblo judío ni al Estado de Israel."

 

 

Ariel SHARON

 

  

 

 

¿Se puede hablar abiertamente del sionismo en Bélgica, Inglaterra, España, Francia, Italia, Alemania…? Parece que no, ni tampoco de los bandazos de la política llevada a cabo en Palestina por el Estado de Israel, al menos sin que los incondicionales saquen a relucir la Shoa y se os acusen de ser antisemita.

 

¿Antisemita? Es la palabra mágica, la que da miedo, la que hace callara a los que querrían producir, abiertamente, un análisis claro y preciso de la política expansionista emprendida por Israel desde 1948 y sistemáticamente aplicada con la anexión de la mayor parte de las tierras palestinas y, desde la Guerra de los seis días, en  1967, de la Cisjordania y del Golán sirio.

 

Una política anterior, incluso, a la independencia de Israel, intrínseca al movimiento creado a finales del siglo XIX por Teodoro Herzl, el teórico del Estado judío, y que ha conocido su hito histórico de cambio, en los orígenes del Estado hebreo, con la masacre del pueblo palestino de Deir Yassin, una masacre destinada a aterrorizar y a perseguir a las poblaciones árabes de Palestina y a liberar tierras para la emigración judía

 

No declaró Ben Gurion que « las fronteras de las aspiraciones sionistas incluyen el sur del Líbano, el sur de Siria, Jordania, toda Cisjordania y el Sinaí »? Y añadió : « tenemos que expulsar a los árabes y ocupar su lugar ». 

 


 

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Y una política que continúa aún hoy, con el estrangulamiento económico de los enclaves palestinos, constantemente acordonados por las fuerzas armadas israelíes, y los frecuentes bombardeos, que se dirigen inclusa a escuelas, hospitales y centros de la ONU y de la Cruz roja, y que añaden la inseguridad permanente a la ruina de los palestinos, los cuales tratan en consecuencia de buscar unas condiciones de vida más aceptables, emigrando a Egipto, Jordania, a los Estados de la península arábiga…

 

¿Qué puede, en efecto, esperar un padre de familia, si no puede trabajar para alimentar a los suyos, ni asegurar la protección de sus hijos?

 

Otro hito histórico,  los terribles bombardeos de Gaza, en diciembre de 2008.

 

Esta política, es el « sionismo ».

 

 

 

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No deja ningún lugar para las negociaciones de paz, relanzadas episódicamente entre israelitas y palestinos, según el capricho y la agenda de tal o cual presidente de los Estados Unidos.

 

Aunque está obligado por las presiones de la comunidad internacional de poner buena cara y sentarse a las mesa de negociaciones, el gobierno israelí, que continúa con su expansión hacia el « Gran Israel », no tiene evidentemente ninguna intención de consentir la creación de un Estado palestino y encuentra siempre una buena razón para hacer fracasar el proceso de paz.

 

El hecho de hablar del sionismo, de esta política, molesta a los incondicionales de Israel, porque no coloca a ese Estado en situación ventajosa.

 

El hecho de oponerse a esta política, eso es « antisionismo ».

 

Y por esta razón los sionistas intentan cada vez más, leitmotiv del momento, de crear la amalgama entre « antisionismo » y  « antisemitismo » y provocar la confusión en todos.

 

El antisionismo no debería sin embargo confundirse con el antisemitismo, que es una actitud racista, que carece de fundamento científico o histórico y supone un comportamiento estúpido y malvado, sostenido por la ignorancia.

 

Después de sesenta años de ocupación israelita en Palestina, ¿no sería ya hora de romper la ley del silencio y poder hablar abiertamente, sin correr el riesgo de ser asimilado al racismo y a la extrema derecha? Sin correr el riesgo de sufrir presiones por parte de los sionistas, pero también de los que tienen miedo de ellos y que, para complacerles, ceden a sus instancias?

 

¿No es ya hora de poder denunciar el sionismo y poner fin a ese gran tabú?

 

 

 

 

   

 


Enlace(s) útile(s) : L'orient - Le Jour y Père Ubu - Pan.


Recorte de prensa :  Antisionisme - L'orient-Le Jour  (L'Orient-Le Jour) y Ubu Pan (Père Ubu - Pan).

 

  

Leer también :

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